martes, 14 de agosto de 2007

Darío quedó con su corazón partido

Darío y Jordana también se repartieron besos en la habitación. Los chicos tardaron pocas horas para desnudar sus sentimientos. Pero ahora, con la expulsión de Jordana, Darío quedó solito.

“Que a mi me cabe, me cabe”, aceptaba a su estilo Darío cuando Javier le preguntó si le gustaba Jordana. La noche de boliche había pasado pero el fuego entre la rubia y el "whiskero" estaba lejos de apagarse.

Aprovechando que la mayoría de los chicos estaban durmiendo, los dos se acostaron en la cama y hablaron a corazón abierto: “Ya te juro que demasiados problemas no me hago por mi abuela...”, le tiró Jordi al marplatense dándole el pie para que le “coma la boca”.

Y el muchacho, no dejó pasar la oportunidad y le clavó el tan esperado beso.

La casa, a puro amor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Claro, claro...la abuela que se muera del espanto...¿Cómo se le ocurre darle un beso en la boca al señor? Está la abuela mirando Jordi!
Dejate de joder enferma, jaja.
Aguante el Gran Hermano 5 y Shrek!!!